Observar mi propia vida y la vida de los demás me ha hecho comprender dos movimientos en el comportamiento de las personas:  la acción y la reacción.

Me parece importante conocer el significado al que apuntan ambos términos ya que condicionan cómo experimentas tu vida.

La forma en la que experimentas tu vida determina, en parte, tu estado de salud, tu sufrimiento o bienestar y tus resultados externos (a nivel profesional, social o familiar).

La acción y la reacción es lo que te relaciona con la vida.

¿Qué es la reacción?

Yo llamo reacción a tus comportamientos basados en patrones heredados o aprendidos.

Me refiero a tus patrones mentales, emocionales y sistémicos. Cuando reaccionas lo haces desde tu yo condicionado, tu yo inconsciente.

La reacción es ciega porque está condicionada.

Cuando reaccionas a lo que te sucede con tus pensamientos, estás reaccionando con tus interpretaciones. Recuerda que tus interpretaciones son tu realidad no la realidad.

La reacción también puede ser emocional, cuando lo haces por ejemplo con miedo, culpa o rabia.

Y puede ser dinámica cuando respondes ante la vida imitando patrones transgeneracionales o comportamientos que se dan en tu familia.

¿Qué es la acción?

La acción, sin embargo, es la manera consciente con la que te relacionas con lo que te sucede.

Es un producto del observador ya que requiere atención.

Cuando atiendes aquello que te sucede, desde ese testigo que observa, llamado el observador, te das cuenta de tu reacción y al darte cuenta de ella puedes elegir no identificarte con esa reacción y observarla.

Al observarla pierde fuerza y experimentas el estado de calma.

Este estado de calma no significa que no sientas las emociones o que no sufras, ese estado no rechaza el sufrimiento, sino que lo incluye. Recuerda que puedes estar triste en calma.

La acción también es el impulso para moverte o generar cambios en tu vida. Va más allá de la intención.

La acción ya implica movimiento. La acción, a veces, también es no hacer nada.

Sin acción el cambio no es posible.

Cuando algo te hace sufrir en tu vida, ya sea una situación que te genera malestar o una enfermedad, observa cuál es tu respuesta, si es desde la reacción o desde la acción porque:

• La reacción te puede llevar a la queja, al victimismo y a mantener tu sufrimiento.
• La reacción te hace exclavo de tu inconsciente individual y colectivo.

Sin embargo:

• La acción te hace tomar conciencia de la situación y actuar en consecuencia.
• La acción te acerca a tu espiritualidad, no me estoy refiriendo al sentido religioso, sino a la conexión contigo mismo y con tu propósito.
• La acción te hace libre, te invita a conocer quién eres.

Una sociedad occidental depresiva y estresada como la actual, tal vez pida que los ciudadanos comiencen a actuar y no a reaccionar.

Actuar te hace despertar. ¡Despierta!

Federico Cerrada. Te invito a experimentar una nueva realidad hacia el bienestar.

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