No eres un diagnóstico, no eres una diabetes, una hipertensión, un cáncer o una depresión. Eres algo mucho más grande que un limitado diagnóstico, eres algo mucho más profundo.

Desde mis comienzos como profesional de la salud, hace más de dos décadas, siempre me he preguntado el porqué de lo que nos ocurre.

 Mi interés siempre ha estado orientado a investigar cómo debes estar viviendo para que te suceda lo que te está sucediendo.

Pude ver enseguida que detrás de lo que te sucede a ti y a mi hay una identidad física, mental y espiritual.

La complejidad de entender lo que nos ocurre despertó en mí la curiosidad de profundizar en la idea de lo que significa ser un ser humano.

La gente no se para a reflexionar sobre lo que te voy a contar a continuación. Pero en esta reflexión está la clave para pasar del sufrimiento a la calma, y tal vez, de la enfermedad a la salud.

La mayoría de las personas, por no decir todas las que han acudido a mí en busca de ayuda, me preguntan: Fede ¿Qué me pasa? ¿Tiene solución? ¿Cuándo la voy a tener?

Cualquiera que lleve tiempo en el mundo de la salud tratando a personas con algún tipo de enfermedad, malestar o sufrimiento, y haga un ejercicio honesto y humilde, debería contestar lo que yo contesto:

¡No tengo ni idea de lo que te pasa! no sé si tiene solución y tampoco cuando la va a tener.

Esta es la respuesta más coherente que se puede dar. Porque para poder contestar otra cosa deberíamos conocer todos los factores que hacen que a una persona le pase lo que le está pasando, y eso no lo sabemos ni lo sabremos nunca.

Ciencia 

Existe una ciencia que ha hecho el hombre y otra que ha hecho al hombre.

Veamos un ejemplo.

Si se te pincha la rueda de la bici, te fallan los cambios o no funcionan los frenos, sabes darle solución porque es el hombre quien ha construido la bicicleta (es su ciencia) y sabes cómo funciona.

Pero cuando una persona presenta un malestar, una enfermedad o sufre, no podemos saber, como en el ejemplo de la bici, lo que le está sucediendo (en su totalidad) porque nosotros no nos hemos hecho a nosotros mismos.

Hay una ciencia, una inteligencia, que nos ha hecho. A esta inteligencia que nos da y nos permite la vida no la conocemos, por tanto, no podemos decir por qué nos pasa lo que nos pasa sin faltar a la verdad.

Es cierto que cada vez sabemos más sobre el funcionamiento del cuerpo y el comportamiento de los humanos, pero permíteme que te diga que apenas conocemos nada.

Diagnóstico

La mayoría de las personas buscan un diagnóstico sobre lo que les sucede, muchos descansan o se alivian cuando lo reciben sin darse cuenta de que el diagnostico les etiqueta, ese diagnóstico, por muy completo que sea, no dice verdaderamente lo que le está sucediendo porque quedan etiquetados en una interpretación.

No se dan cuenta de que al ser diagnosticados quedan limitados y pierden la oportunidad de descubrir y de profundizar en la razón de lo que les sucede. No eres un diagnóstico.

Mi postura siempre es la de un observador, un investigador que no se queda con la etiqueta de un diagnóstico.

Mi mirada siempre va más allá. Esta mirada me ha hecho comprender cómo vivimos dinámicas físicas (ligadas al cuerpo), emocionales y espirituales que determinan nuestro estado.

Mirar esas dinámicas te da la oportunidad de comprender, y desde la comprensión puede tener lugar la transformación.

Te invito a que continúes descubriéndote como ser humano y que cuando te suceda algo, no te quedes limitado a un diagnóstico.

Federico Cerrada. Te invito a experimentar una nueva realidad hacia el bienestar.

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