La manera que tengo de entender la vida está marcada por mi experiencia profesional.

Me considero un investigador siempre abierto nuevas posibilidades. He sido, y sigo siendo, un gran observador de la naturaleza del ser humano. Por ello, hoy puedo decir que la evolución de una persona tiene mucho que ver con momentos de revolución.

¿Qué son estos momentos de revolución?

Son los momentos de incertidumbre, agitación, sufrimiento, malestar o enfermedad.

Estos momentos de crisis te pueden servir de trampolín hacia un nuevo tú o te pueden llevar al más absoluto de los sufrimientos.

Siempre me he preguntado ¿por qué nos sucede lo que nos sucede? Y esta pregunta, para mí tan poderosa, me ha llevado a integrar dos aspectos relacionados con el ser humano: la ciencia y la espiritualidad.

Ciencia

La ciencia es necesaria para poder comprender el funcionamiento de la vida y lo relativo al ser humano. ¡Me apasiona!

El conocimiento científico nos brinda la posibilidad de saber cada día un poco más sobre el cuerpo humano y su biología.

Espiritualidad o conciencia

La espiritualidad es esa dimensión del ser, la conciencia que sostiene la vida, la que va más allá de tu cuerpo físico. Esa otra parte de los seres humanos que no es tangible, pero si observable, sentida o experimentada.

La espiritualidad o conciencia es un campo de vida estrechamente relacionado con el cuerpo físico. He de confesarte que este aspecto, ¡no deja de sorprenderme!

Tu cuerpo es el lugar donde biología y espiritualidad se unen. Donde ciencia y conciencia manifiestan su existencia.

Aquello que te sucede esta ligado a las dos, y cada una de ellas tienen su lenguaje.

Ambas hablan para recordarte quién eres y cuál es tu propósito en la vida.

 A lo largo de mi vida he estado en los dos extremos.

En un primer momento fui muy científico, rechazaba todo aquello que no era explicado por la ciencia, pero diversas experiencias vividas en consulta, y también en mi vida personal, me fueron llevando al terreno más espiritual.

En ese momento solo me interesaba este mundo y rechazaba el mundo de la ciencia.

 Hoy en día, no me sitúo en ninguno de los caminos porque he integrado en mí, ciencia y conciencia, biología y espiritualidad.

Ahora me sitúo en esa integración, abriéndome al aprendizaje que me dan estas dos dimensiones de la vida.

Biología y espiritualidad son aspectos de la misma vida, de lo que eres. Interaccionan entre si dando sentido a todo lo que te sucede.

 Te invito a que profundices en estos dos aspectos.

Escucha tu cuerpo, mira su comportamiento y observarás cómo reacciona ante cualquier escenario.

 Toda tu biología en movimiento ira dando respuestas a tu vida más “terrenal” y a tu vida más “espiritual”.

 Te darás cuenta de que tu espiritualidad es también biológica.

Federico Cerrada. Te invito a experimentar una nueva realidad hacia el bienestar.

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