Tu alimento tu medicina, tu medicina tu alimento

alimentación saludable

Federico Cerrada

agosto 16, 2021

Alimentación: “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento” -Hipócrates-

 

Ya lo decía hace, aproximadamente 2400 años, Hipócrates considerado como el padre de la Medicina.

 

Sabemos que la salud y el bienestar están relacionados con diferentes factores, uno de los más importantes tiene que ver con el que proporciona la energía a tus células. ¿Adivinas cuál es? ¡Si!  la alimentación.

 

Pero, antes de continuar me gustaría explicarte dos conceptos que a menudo se confunden y que es importante aclararlos. La alimentación y la nutrición.

 

Alimentación y nutrición

La alimentación es el proceso de ingerir alimentos (que son la fuente de los nutrientes). Depende de la persona, ya que es quién interviene en la elección de los alimentos.

 

La nutrición es el proceso de uso de esos nutrientes y la forma de incorporarlos al organismo. Depende del funcionamiento de los órganos, ya que son ellos quienes permiten digerir e incorporar los nutrientes.

 

Uno de los órganos más importantes es el intestino y su microbioma (millones de virus, bacterias, hongos y parásitos).

 

Tanto la genética como el microbioma han evolucionado en un determinado contexto de toma de alimentos. A estos alimentos los llamo alimentos evolutivos; verduras, frutas, tubérculos, pescados, etc.

 

Tus células necesitan grasas, proteínas, hidratos de carbono, minerales y vitaminas para que funcionen de forma correcta. Además, necesitan que su origen proceda de fuentes conocidas en la evolución (alimentos evolutivos).

 

Tu microbioma intestinal, al igual que tus células, solo conoce aquellos alimentos que le han hecho evolucionar. Por ejemplo, el puerro nutre al microbioma, el azúcar lo altera.

 

Ya hemos hablado de la importancia que tiene para tu salud el estado del microbioma. Podríamos afirmar que el 96% de las patologías adquiridas, comienzan en el intestino. Y en concreto por el mal estado del microbioma.

 

También era Hipócrates quien decía “Toda enfermedad comienza en el intestino”. ¡Qué razón tenía!

 

Imagina que tienes un coche que usa como combustible gasolina sin plomo 95. El motor del coche está hecho para que funcione con ese y solo con ese tipo de gasolina.

¿Qué combustible elegirías en la gasolinera? La respuesta parece evidente, ni siquiera pensarías en echar otro combustible, si no quieres que falle el motor.

 

Entonces ¿por qué hoy en día el hombre moderno parece haber olvidado qué tipo de combustible necesita para sus células?

 

Una gran parte de la población elige alimentos no evolutivos como son los azucares, los cereales y las harinas refinadas, los alimentos procesados, las bebidas energéticas, la bollería industrial, los alimentos con altos contenidos en colorantes, los potenciadores del sabor, los conservantes, los productos enlatados o la miel procesada, por citar algunos ejemplos.

 

Una inadecuada alimentación es un foco constante de estrés para tu organismo.

 

Y tu cuerpo no está diseñado para mantener estrés crónico en el tiempo. Por lo tanto, si se produce este estrés de forma continuada, aparecen: los síntomas y las enfermedades; depresión, fatiga, dolor, diabetes, hipertensión, obesidad y sobrepeso, alergias e intolerancias alimentarias, patologías inmunes, cáncer, enfermedades neurodegenerativas y así hasta llegar al 96% de las enfermedades.

 

Te invito a que no eches gasoil a tu coche.

 

Revisa qué tipo de alimentación eliges para tus células. Tu salud y bienestar dependen de ello.

 

 

Federico Cerrada. Te invito a experimentar una nueva realidad hacia el bienestar.

 

 

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